
un claro ejemplo que representa una buena identidad institucional es cuando reconocemos, valoramos y respetamos los símbolos que nos representan como normalistas: el escudo, la bandera y el himno, tanto dentro como fuera de la institución.

Tener identidad institucional es tener sentido de pertenencia a la hora de entonar el himno institucional y portar con dignidad el escudo y la bandera.